Samuráis del deporte: los orígenes del spokon (I)

Samuráis del deporte: los orígenes del spokon (I)

Este artículo está basado en la conferencia que dimos en Manga Barcelona 2021

Después de muchos años de olvido, el spokon vive una segunda juventud en España. Sin embargo, en Japón nunca ha perdido su popularidad y sigue siendo uno de los géneros más importantes: casi no hay revista shonen y seinen tienen alguna serie spokon en sus páginas. ¡E incluso en su momento, fue la joya de las historias shojo!

Pero un spokon es mucho más.


Spokon: El significado en la palabra

Una gran parte de lo que es un spokon lo encontramos en la misma palabra.

Spokon (スポ根) es una palabra formada de dos partes. La primera スポ («spo») proviene del inglés «sport». La segunda, 根 («konjō») significa «fuerza de voluntad, agallas, determinación».

Unidas, son «espíritu de lucha y tenacidad en el deporte» y es una palabra que encontraréis en los diccionarios de japonés.

Así que un spokon no es solo un manga de deportes. Es un manga de lucha, de esfuerzo y de determinación en el contexto del deporte.


Los orígenes

Juegos Olímpicos de Tokyo, 1964
(Fuente)

Como en el resto del manga, el origen del spokon está enraizado en las consecuencias del final de la Segunda Guerra Mundial.

Después de la derrota japonesa, y con el país bajo ocupación norteamericana, cualquier cosa que oliera a agresividad fue atacada por las autoridades educativas. Eso incluyó a los deportes tradicionales japoneses, como el judo, el karate o el kendo –al considerarse que reflejaban los valores del būshido– que fueron prohibidos. De hecho, se pusieron en tela de juicio todos los deportes competitivos.

Cuando la prohibición fue levantada en 1950, se produjo un gran boom de los deportes, no solo de los tradicionales. Un boom que se multiplicó cuando a Japón se le concedió la organización de los Juegos Olímpicos de 1964

Y que también llegó a los manga deportivos.


Samuráis del deporte

Igaguri-kun
(fuente: Manga! Manga!)

El primer cómic de deportes que abrió el camino fue Igaguri-kun, publicado en 1952 por Eiichi Fukui. Era un cómic sobre judo que fascinó a los jóvenes por su acción. Aunque no era un spokon como los conocemos, sí fue el detonante de una nueva moda, que también bebió de los primeros éxitos de Japón en el mundo del deporte.

Porque ahora que el país volvía a ponerse de pie, el deporte se convirtió en una fuente de orgullo nacional y en una forma legitima de canalizar las tendencias agresivas. Los jóvenes ya no podían soñar con ser guerreros, pero sí llegar a ser estrellas del deporte.

Pero la concepción del deporte en Japón es diferente de la que tenemos en Occidente. Ya desde finales del siglo XIX, el deporte estuvo asociado no al entretenimiento, sino al desarrollo de individuos saludables en cuerpo y mente. De hecho, no se usaba la palabra deporte sino taiiku («alimentar el cuerpo»).

El concepto japonés del deporte incluye lo mejor de la tradición del bushidō. Es habitual oír términos como shūnen («tenacidad»), otoko-rashisha («masculinidad»), gambaru («mantenerse firme») y, por supuesto, konjō.

En consecuencia, la práctica del deporte incluye agotadoras sesiones de entrenamiento y rituales por los que los novatos deben pasar para ser parte del equipo.

Por todo esto, los spokon se convirtieron en un substituto aceptable de los cómics de guerra.


Gigantes del mañana

Dos series fueron esenciales en el desarrollo del spokon y crearon la mayoría de clichés y tópicos del género: Kyojin no Hoshi y Ashita no Joe (Joe del mañana).

No solo eso, ambos también lanzaron las ventas de las revista donde se publicaron, que no eran muy boyantes hasta su aparición.

Ambas series son historias de trabajo duro y perseverancia, y su popularidad pudo tener algo que ver con los problemas sociales y económicos de la época. En los años 1960, la juventud japonesa estaba empobrecida, y las historias de esfuerzo y éxitos (no solo en el deporte) eran muy populares.


Kyojin no Hoshi

Kyojin no Hoshi («La estrella de los gigantes») es un manga de béisbol de Ikki Kajiwara y Noboru Kawasaki, publicado en Shonen Magazine entre 1966 y 1971.

Que fuera un manga de béisbol quizás os sorprenda, pero el hecho es que el deporte ha tenido una gran popularidad en Japón desde su introducción en la era Meiji (1868-1912). Una popularidad que dura hasta hoy en día, donde es el deporte más seguido en Japón.

Cuenta la historia de Hyūma Hoshi, un chico que sueña con lograr jugar en el equipo de los Giants, el más famoso de Japón. Su padre, un ex-jugador de béisbol del mismo equipo, le hace pasar por un riguroso entrenamiento. Hyūma termina convirtiéndose en uno de los mejores pitchers de Japón, pero deberá enfrentarse a un joven americano entrenado por su propio padre para ser su rival.

La historia es un melodrama hasta el final: Hyūma vence a su rival pero se rompe un tendón del brazo y debe abandonar el béisbol para siempre.

Es un manga que enfatiza la seriedad, perseverancia y coraje del protagonista.

También fue adaptado al anime en diversas ocasiones, la primera entre 1968 y 1971.

Entrenamiento

Kyojin no Hoshi inició la tendencia de los entrenamientos rigurosos pero extraños.

Por ejemplo, el arnés con el que su padre le hace entrenar al principio de la serie, o el de años más tarde, golpeando un neumático con el bate.

Pelotas y bates elásticos

Las pelotas y bates en Kyojin no Hoshi rompen las leyes de la física. Las primeras no son redondas, sinó elásticas, se retuercen en el aire y dejan estelas, a veces ardientes. Por su parte, los bates se curvan y retroceden con el shock. Todos ellos son recursos para hacer más dinámica y dramática la escena.

Exageración

Los mangas de spokon muestran todos los deportes con una gran intensidad, y de forma exagerada. Las emociones de los protagonistas son extremas: o júbilo o tragedia. Los mangakas lo representan con recursos como las llamas en el fondo de los ojos y los movimientos exagerados.

Bushido

Enlazando con lo que hemos comentado antes, Kyojin no Hoshi referencia también la actitud ante la vida y la muerte recogida en el bushido: seguir adelante, sin pensar en el fracaso, sin temor a la muerte.


Joe del mañana (Ashita no Joe)

La segunda es Ashita no Joe, que Arechi publica desde el año pasado. Obra de Tetsuya Chiba y Asao Takamori (alias de Ikki Kajiwara, creador de Kyojin no Hoshi), se publicó en Shōnen Magazine entre 1968 y 1973.

El manga tuvo en vilo a los fans durante 20 volúmenes con las vicisitudes de la carrera Joe Yabuki, un joven de clase trabajadora al que un ex-boxeador, Danpei Tange, decide entrenar al constar su talento.

Los lectores japoneses que vivían en el complicado periodo de la posguerra se sintieron identificados las ideas de esfuerzo, sacrificio y perseverancia que transpiraban de las páginas del manga. Al igual que Hyūma, Jo pasaba por grandes victorias y desesperantes fracasos hasta el final de la serie, que causó un gran impacto en todo Japón y se convirtió en todo un icono del manga.

Para más sobre esta serie, podéis leer el artículo que le dedicamos.

Y ahora, un ejemplo de escenas. que también han sido referenciadas y parodiadas en innumerables ocasiones y mangas:

Doble puñetazo

El icónico doble puñetazo, visto en tantas series, y no solo spokons, es uno de los legados de esta serie.

Exageración

Una escena más propia de una película de terror que de un combate de boxeo, y que también hemos visto reproducida decenas de veces en obras posteriores.

Finales dramáticos

Ambas series cuentan con finales dramáticos. La primera imagen muestra el final de Kyojin no Hoshi donde, como hemos dicho, el protagonista debe abandonar el béisbol después de romperse un tendón.

La segunda, es el final de Joe del Mañana. La interpretación general de la escena era la de un final trágico, pero la supervivencia o no de Joe fue motivo de debate de los fans durante años. Chiba zanjó aparentemente el debate en 2018, declarando que Joe agota sus fuerzas completamente en su último combate, pero sobrevive.


Marcando el camino

Kyojin no Hoshi en anime

El spokon comenzó como sustituto de las historias bélicas. Los personajes eran algo más que meros deportistas y los enfrentamientos fueron más allá del marcador. Los héroes de los duros tiempos del Japón de posguerra no usaban armas, sino sus cuerpos y su esfuerzo para marcar un nuevo camino a las generaciones que subían.

Kyojin no Hoshi y Joe del mañana fueron los primeros spokon como tales y marcaron el género para siempre. Las obras que siguieron construyeron sobre los cimientos que ellos pusieron, evolucionando un género que, sin embargo, se ha mantenido fiel a sus raíces.

Si bien el spokon empezó como un subgénero shonen, pronto pasó a las páginas de las revistas shojo, donde las autoras adaptaron su esencia a los clichés propios de esta demografia.

Así que estad atentos a la segunda parte de esta serie: Las chicas entran en juego


¿Queréis saber más?


Bibliografía

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