Manga Plus septiembre 2023

MamaYuyu de Yoshihiko Hayashi

¿Qué es un héroe sin un rey demonio al que derrotar, sin guerra porque estamos en paz? ¿Seguimos siendo héroes si no hemos hecho nada heroico?

Eso le pasa a Corleo, cuyo título no hace más que darle dolores de cabeza. Todo cambia cuando llega un héroe de otro mundo y, con él, su propio rey demonio. El caos estalla y Corleo va a tener que aprender qué significa de verdad ser un héroe.

No voy a negar que el primer capítulo es… peculiar. Para ser la primera oportunidad que tiene de dejar una huella, el autor prefiere tomárselo con calma. El dibujo tiene su encanto, aunque sea de lo más alejado de lo que se esperaría de una revista shonen.

Wild Strawberry de Ire Yonemoto

Se estrenó en julio, pero entre unas cosas y otras aún no la había presentado.

La Tierra ha sido prácticamente arrasada por las plantas. Crecen por todas partes. Incluidos los seres humanos; si uno acaba contagiado se convierte en un «jinka», un monstruo humano-plantoide que solo desea comer gente.

Kingo y Kayano son dos huérfanos que intentan sobrevivir como pueden en este mundo, pero cuando Kayano queda infectada, Kingo tendrá que luchar por . Pero Kayano está infectada por las flores, así que también intentan evitar a las fuerzas que contienen a los jinka… hasta que todo acaba estallando.

Recuerda en parte a Jigokuraku y Chainsawman y aunque el guión sea poco original, el dibujo es espectacular, sobre todo en las escenas del Tokio abandonado a la vegetación y los diseños de los terroríficos jinka.

Fabricant 100 comenzó con una premisa interesante con la obsesión de los «fabricantes» por conseguir el cuerpo perfecto y del dúo peculiar de nº 100 y Ashibi por cazarlos. Pero cuando los protagonistas dejaron de ser dos individuos distintos con intereses casi enfrenados para ingresar en otra Organización Secreta de Cazadores de Monstruos™, el manga empezó a caer en tópicos. Maestros, veteranos, técnicas especiales, batallas, enemigos cada vez más ultrapoderosos… diluyeron lo original de Fabricant 100. A eso hay que sumarle que el dibujo nunca fue su punto fuerte.

Al menos consiguió llevar terminar bien la historia con un vistazo al futuro de los personajes. No creo que ninguna editorial fuera de Japón la rescate.

La cancelación de Tenmaku Cinema es una verdadera lástima. La pareja entre el escritor fantasma (Tenmaku) y el aspirante a director (Hajime) pudo haber dado mucho juego, pero los lectores le dieron la espalda.

Aunque tampoco carece de motivos: los creadores se centraron en el rodaje de su película, con sus trucos y técnicas, en lugar de fijarse el lado sobrenatural de la historia. De hecho, en los últimos capítulos Tenmaku podría haber estado vivo y no habría cambiado prácticamente nada. ¿Para qué molestarse en poner un fantasma si luego le haces «ghosting»?

Por qué nadie se acuerda de Tenmaku, cómo murió… son preguntas que seguramente no se respondan en el epílogo que saldrá en Jump+ (no suelen salir en Manga Plus, por desgracia).

Se me había olvidado lamentar el cierre de Ghostbuster Osamu, cerrada cuando casi se cumplía un año de publicación.

Hay obras que hablan de los otakus como marginados de la sociedad o héroes de la imaginación, pero Osamu los «normalizaba». La pena de un otaku por un personaje de su serie o el cierre de su manga favorito es igual que la de un hincha de fútbol cuando su equipo pierde o su jugador favorito cambia de equipo.

Además, era bastante divertida. ¡Hasta tuvimos «otakus» de la literatura clásica! (Buscad «estatua de Julieta en Verona» por Internet para ver a lo que llegan algunos).

No creo que llegue a licenciarse fuera de Japón, así que no dejéis de leerla antes de que le echen el cierre.