Midori Asakusa no es como las otras chicas, es muy observadora y siempre está dibujando fondos tanto reales como imaginarios. Su personalidad soñadora e infantil es la opuesta a la de su amiga Sayaka Hanamori, mucho más realista y práctica, y la que le pone los pies en la tierra.
Un día ayudan a una chica llamada Tsubame Misuzaki, que tiene problemas con uno de sus guardaespaldas. Tsubame también es una apasionada de la animación y le encanta dibujar el cuerpo humano. Ese punto en común hace que Midori y Tsubame tengan una conexión casi inmediata.
A sugerencia de Sayaka deciden crear un club estudiantil de animación, y aunque ya existe uno de anime, consiguen crearlo igualmente bajo el pretexto del estudio del cine en general. ¡Las peripecias para conseguir dedicarse a la animación acaban de empezar!