Gigant

Gigant

Reseña actualizada: 31/7/2022

Llega una nueva obra de Oku Hiroya, uno de esos autores que nunca queda del todo claro si triunfan por la calidad de sus historias o por dibujar muchas tías buenas con unas tetas más grandes que sus cabezas.

De acuerdo al propio Oku Hiroya, fue el primero en usar el efecto de movimiento de los pezones en las tetas bamboleantes. Un recurso que gusta de utilizar MUY a menudo en sus obras. Así fue en Gantz, posiblemente su obra más famosa publicada en España (editada por Glenat). Y así es en Gigant, su nueva obra actualmente en publicación (por Ivrea). Por tanto, este mangaka se suma a la larga lista de autores cuyos mangas están repletos de chicas despampanantes de esas que el destino quiere que cada dos por tres aparezcan muy ligeras de ropa cuando no directamente desnudas.

La historia

Al igual que en Gantz, comienza presentando a un adolescente en apariencia de lo más normal: estudiante no demasiado brillante al que no se le dan muy bien las chicas y bastante dado al porno. Es decir, un perfil con el que se puede identificar un gran porcentaje del consumidor medio de shonen. Teniendo en cuenta que de nuevo en ambas historias dicho chico se lo monta con tías en principio muy por encima de sus posibilidades, quizá las series de este autor también se podrían incluir dentro de la denominación “series harén” que ya se comentaron en este artículo.

Sin embargo, la acción desbordante y la ciencia ficción también están muy presentes.

En el caso que nos ocupa, nuestro chico normal y corriente conoce por casualidad a una actriz porno de la que es un gran fan, comenzando ambos una relación. Sin embargo, a la actriz porno un tipo muy raro le pega a la muñeca una especie de reloj deportivo que hace que pueda aumentar de tamaño y convertirse en una gigante (mira, como el título, qué casualidad, ¿verdad?).

Para seguir complicando la cosa, hay una misteriosa web que da opciones a los usuarios, y cuando alguna consigue un determinado número de votos, se convierte en realidad.

Es decir, que la serie se parece mucho a Gantz: tenemos una situación intrigante y misteriosa como hilo conductor, teniendo a unos personajes muy dados a enseñar carne que lo intentan resolver en una serie de aventuras repletas de acción mientras viven su particular historia de amor. De momento sólo he leído los dos primeros tomos, pero espero que no pase como con Gantz (o como con Perdidos), en la que la liaron tanto con lo de explotar las situaciones inexplicables (pero intrigantes) que luego al final no pudieron darle una resolución satisfactoria.

Para terminar, comentar que el dibujo es bastante efectivo, con mucho uso de ordenador para unos fondos impecables y muchas secuencias casi calcadas que dan una impresión muy de cine. Lo peor probablemente sea lo poco cuidados que muchas veces están los personajes principales, que aparecen incluso desproporcionados. Decir también que a veces tenemos muchas páginas de “nada”, con mucha escena de destrucción y mucho plano general en los que en realidad no sucede nada destacable más allá de lo impactantes que resultan las ilustraciones, pero que hacen que la cosa a veces se haga un tanto lenta.

Otras paranoias

Independientemente de la historia en sí, me parece especialmente interesante el tomo 1, al punto de que casi haría obligatoria su lectura en quizá no colegios pero sí institutos. ¿Por qué?

– Sale el tema del sexo, que evidentemente se tiene que tratar antes o después. Y además lo hace desde el mundo del porno, que también es interesante tratar ya que muchos adolescentes se inician en el sexo teniendo como única referencia el porno, y el porno NO es como el sexo del mundo real (en la inmensa mayoría de los casos).

– Sale un maltratador de manual. De los de pegar e insultar, luego perdón perdón perdón y mañana volvemos a lo mismo. Otro tema que también hay que tratar sí o sí.

– Sale un terremoto, y se puede ver cómo reacciona la población. Salvo cuando se ven los riesgos geológicos por ejemplo en 2º de Bachillerato (en CTMA o en Geología), en general en España no se enseña prevención de ese tipo de desastres naturales, así que, aunque es cierto que no es que nuestro país esté en una zona de mucho riesgo, nunca viene mal tratar estos temas por si acaso.

Y, si me pongo, seguro que encuentro más cosas, pero creo que de momento ya vale.

La edición

Otra de las ediciones habituales de Ivra, con sobrecubierta, papel de buen gramaje y, en general, buena resolución del tomo en general.

Resumiendo

Un shonen con mucha acción y bastante sexo que, de momento, pinta muy bien y resulta francamente interesante. Esperemos que el autor no alargue demasiado la cosa hasta que acabe resultando repetitiva y poco atractiva.

Actualización: Cuando escribí este artículo, hace casi dos años, apenas había dos tomos en el mercado. Hoy la serie ha terminado, y quitando que el final te pueda gustar más o menos (se ve a lo lejos por dónde van a ir los tiros, si bien la resolución final sí que pueda ser relativamente inesperada), sí puedo decir que el autor ha sabido corregir los errores de Gantz (o al menos lo que para mí lo son, porque últimamente he entrado en contacto con gente a la que dicha serie le encanta, pese a que a mí se me hizo cansina y con un final un tanto chapucero), esto es, no ha alargado en exceso la historia con combates cada vez más enrevesados pero que no aportan nada a la historia, no ha liado mucho la cosa (de hecho, en algunos momentos quizá incluso se ha quedado corto), y la explicación de la trama en más asequible y coherente (quitando que el autor no es precisamente Asimov y su historia tiene bastantes lagunas y elementos discutibles).

Mencionado esto, en realidad no puedo aportar mucho más a lo que ya dije en su día: la historia es entretenida y regula bastante bien la intriga con el flujo de información; las escenas de acción se mezclan con las de sexo en un término bastante equilibrado que hará las delicias del lector adolescente; y, finalmente, el dibujo es bastante espectacular, con mucho uso de las nuevas tecnologías, aunque el querer hacer a los personajes muy realistas lleva a que en ocasiones falle un poco (aunque queda compensado con los tiarracos y sobre todo las tiarracas que salen cada dos por tres).

Es decir, que siendo como son 10 tomos, resulta una serie muy asequible. Puede consumirse poco a poco si te dedicas a disfrutar del dibujo y las escenas impactantes, o en una tarde si vas con ansia por ver qué pasa a continuación.

Pequeño detalle final que tiene un ligero destripe (lo que la gente que no sabe hablar en español llama «spoiler», no lo leas si no te has terminado el manga): Me ha gustado especialmente el hecho de que el prota es un mierdecilla durante toda la serie. Lo típico en este tipo de mangas es que el prota sea un piltrafilla con el que cualquier adolescente se puede sentir identificado que poco a poco se va transformando en el héroe noble y guay con el que todo adolescente sueña en convertirse, sin embargo, en Gigant no, en Gigant el prota es un gilipollas de medio pelo y patético al principio, en el medio, y al final de la historia. Al menos ese aspecto sí resulta bastante realista, ya que todo el resto de la historia es bastante fantasioso.

Autor

Redactor y corrector ocasional

Amado por unas, odiado por otros. Incluso ahora. A medio camino entre Leyenda Viva y Vieja Gloria, el mítico Lázaro Muñoz llevaba más de 15 años disfrutando de un bien merecido descanso. Sin embargo, hemos conseguido convencerlo para que deje parcialmente su retiro y retome su faceta de redactor.

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