Yukino tuvo un sueño: ser una «idol», una estrella. Sin embargo, el sueño no se cumplió y ha acabado viviendo en Tokio, en una vida más bien gris, sin tener claro qué quiere hace. Entonces conoce a Setsuko, con una historia similar a la suya, pero empeñada en ser compositora. La atracción entre ambas se hace patente y una noche acaban acostándose juntas. ¿Qué pasará ahora?
Este es el punto de partida de Octave, el manga yuri de Haru Akiyama publicado por Planeta Cómic.
Yuri en clave de «mi»
El manga está centrado en el punto de vista de Yukino, a quien acompañamos en su vida, con sus dudas. Tras el fracaso de su carrera musical volvió a su casa, en el instituto le hicieron la vida imposible con toda clase de rumores malvados, así que «huyó» de vuelta a Tokio, para trabajar como «chica de los recados» de su antigua agencia artística. Una vez ahí se limita a vivir día a día. No tiene grandes sueños ni aspiraciones; de hecho, se ha ido apartando de sus antiguas compañeras. Habla de «echarse novio», pero más bien porque ser lo que se «espera» que diga cuando se le pregunta que por sentirse atraída por los hombres. Más bien es todo lo contrario.
Y entonces entra en su vida Setsuko: es atractiva y parece tener un propósito en la vida. Es todo lo que ella no es y le gustaría ser: atractiva, determinada, con una meta. La atracción es palpable y ya sabemos cómo termina. Pero eso implica un cambio en su vida y eso a Yukino no le acaba de convencer, por eso huye de Setsuko después de la primera noche y después llegarán las dudas, los celos y la incertidumbre a la vida de Yukino.
Sin embargo, al contrario que las primeras historias yuri, Octave no narra un amor dramático y atormentado. No hay colegialas encerradas en internados femeninos, ni se atormentan por haber caído en amores desesperados y prohibidos. Setsuko tiene claro qué y quién le gusta. Yukino, por su parte es un mar de dudas. Y, para ser sinceros, es de una indefinición desesperante: sobrevive con un trabajo que no le gusta; disfruta del anonimato de la gran ciudad, pero quiere estar en el centro del escenario; rehúye a sus antiguas compañeras de grupo, pero las envidia; dice aborrecer a los hombres por estar obsesionados con el sexo, pero ella misma se obsesiona con él…
Diseño gráfico del deseo
Este manga utiliza mucha de los típicos recursos gráficos del manga: uso de tramas, viñetas poco detalladas, personajes estilizados a los que sería imposible de distinguir salvo por el peinado. Curiosamente, hay más detalles cuando Yukino recuerda los malos ratos de su etapa en el instituto que en su vida actual en Tokio.
A cualquier cosa le llaman …
Haru Akiyama publicó los seis tomos de esta obra en Afternoon, la revista mensual de la editorial Kodansa dirigida a un público más adulto, y, por lo tanto, tiene un tratamiento más adulto de la historia. Sin llegar a mostrar nada explícito, los personajes tienen relaciones sexuales y hablan de sexo con toda su crudeza. No es, por tanto, una obra para lectores jóvenes.
Lo cual es curioso, porque Octave se incluyó en la promoción «Shojomanía» de Planeta Cómic de hace un tiempo. En esta se lanzó el primer número de algunas colecciones calificadas como «shojo» a un precio ultrarreducido (2,95€) para atraer al público.
¿Pero qué tiene en común Octave con Marmalade Boy Little de Wataru Yoshizumi, Girl friends de Milk Morinaga… ¿que las protagonistas son chicas? ¿el amor? Un concepto un poco confuso aunque una oportunidad para conocer nuevas historias y mangakas. Desde luego, a veces a la gente se les van las etiquetas de las manos…
Octave 1
Resumen
Una historia adulta de amor y sexo entre mujeres ambientada en el mundo actual. Un planteamiento más maduro, lejos de dramas adolescentes, pero más crudo en el aspecto sexual. El dibujo no es su punto fuerte y los personajes deberían definirse algo más