Argumento
En un mundo donde los juegos de rol masivos online de realidad virtual copan el sector, lo normal es que por cada joya haya miles de basuras. Rakurô, sin embargo, se ha acostumbrado a esas basuras y se enorgullece de «cazarlos»; es decir, superarlos, no importa las dificultades, errores técnicos, mecánicas absurdas o servidores abandonados. Sin embargo, tras su última «presa», le ofrecen enfrentarse al célebre Shangri-la Frontier, el juego que está arrasando entre los jugadores, ¡y que encima está bien hecho! Pero pronto verá que «bueno» no es sinónimo de «fácil»…
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Shangri-la Frontier es el manga que adapta la novela virtual de Katarina. Ilustrado por Ryosuke Fuji, se ha convertido en uno de los grandes éxitos de la Shōnen Magazine de Kodansha e incluso se ha anunciado un anime para el año que viene (2023). Fuji consigue dar aspecto fantástico al mundo del falso videojuego; gracias a su trabajo el mundo virtual de SLF se ve espectacular y los combates, emocionantes. Para un MMORPG, claro.
Seleccionando servidores…
Y es que el subgénero de manganime de «vivir el videojuego» está teniendo mucho éxito en estos últimos tiempos. A veces el protagonista se ve atrapado en un videojuego, como si de un isekai se tratara; en otras entra y sale cuando quiere, pero querer, quiere poco. ¿Para qué conformarse con la realidad cuando a un par de «clics» puedes derrotar a semidioses y ganarte la amistad (o lo que surja) de los demás jugadores (recuerdo especial a la amiga de la infancia).
Así pues, esto es lo que vemos en este manga: ver jugar a Rokurô en su partida. Y no nos limitamos a seguirlo, sino que es él es el narrador de la historia. «Mira qué bueno soy jugando a este juego. Y te cuento cómo mola el juego y lo bien que lo hago, por si no te has dado cuenta». Nos narra sus estadísticas y valores y armas como si nos importase tres bledos que le dé más valor a la Velocidad que a la Resistencia o el Cuchillo Partealmas de Bronce+2 pueda reforjarse con Piedras del Pantano Oscuro.
¿Seguro que quieres abandonar la partida? (S/N)
Por si no se nota, he jugado a muchos MMORPG en su momento. Unos cuantos mundos virtuales albergan a los personajes con los que recorrí mundos extraños plagados de criaturas más raras aún y sus misiones repetitivas: matar a 5 zopilotes gigantes granates (ojo, no azules), explorar las cuevas de L’Kwin-to’Pino, vencer a 10 secuaces del Barón MalaSangre, etc. Lo divertido de pasar horas en ellos era vivir las aventuras; no ver pasarlas a alguien.
Podría hablar sobre lo vacío del argumento. Si fuera un cómic promocional, el manga sería basura, pero con un sentido. Sin embargo, es al revés, ¡el éxito de este manga va a crear un juego de rol!
También podría decir que jugar a videojuegos malos no nos vuelve mejores. Un videojuego de mierda no se supera «jugando mejor» ni nos hace ganar habilidades; solo conseguimos motivos para devolverlo a la tienda o venderlo de segunda mano a un incauto.
Lo poco que me llamaba la atención, que el protagonista fuera un híbrido de ave y humano, es otro engaño: es una máscara, Líbrenos la deidad de nuestra elección de tener un protagonista «no humano», aunque sea virtual. Así alguien podrá imaginar que él está debajo de la máscara. El viejo dicho de los juegos: «no es un bug, es una característica».
Shangri-la Frontier
Cerrando sesión…
El dibujo es espectacular. La historia, ver cómo el prota se luce en un videojuego. Con la de mangas que hay en las librerías, a menos que os guste cómo ver jugar a otros, buscad cualquier otra lectura.
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