Géricault narra la vida del pintor Théodore Géricault (1791-1824) desde su regreso a París hasta los últimos años de su vida. Una vida salvaje en lo personal y artístico, marcada por la creación de su famoso cuadro de La balsa de la medusa, su obra más conocida.
¿Quién es Géricault?
Si nos quedamos con los libros de historia, un pintor pre-romántico que rechazó la rigidez de la pintura francesa hasta el momento, obsesionada con el trazo perfecto. Un buscador de la vida y la pasión en sus obras, pero que, desgraciadamente, jamás tuvo una gran producción y todo lo que no fue La balsa de la medusa obtuvo poco reconocimiento.
Si preguntamos a los colegas que se cruzan en la obra (en especial Delacroix), un artista admirable, pero difícil de entender. Obsesionado hasta un punto grotesco con la historia de una tragedia en alta mar que quiso convertir en una obra maestra y obtener fama y fortuna que aprovechó al máximo.
Para su familia, pasa de ser el niño mimado con talento al que se le pagan los caprichos a un amoral que rompe todos los tabúes y mantiene una relación sentimental con la esposa de su tío, hasta dejarla embarazada, lo que le hizo perder todo apoyo familiar.
Según este manga, un artista atormentado por crear algo que le definiera y diera sentido. Enfrentado a la norma artística del momento que obligaba al hieratismo, lo clásico, los paisajes serenos y las figuras tremendas, como Napoleón Bonaparte, un moderno César, dibujado por David, su pintor favorito. Géricault, fue, en respuesta a ello, un amante de la fuerza, la pasión y los arrebatos. Sus profesores, la academia, o la moral ajena significaban poco para él, quien decidía cómo y cuándo tomar del mundo lo que le apetecía.
¿Qué es Gericault?
El manga de Takaho Nakahara es una obra de arte en sí mismo. Si bien en algunos momentos cae en los recursos del manga como los personajes esquematizados, hay otros donde parece que haya tomado los mismos bocetos del pintor y se hayan trasferido al papel de forma natural.
Por otra parte, esta es la primera edición de la obra en papel y casi se entiende porque, aunque el dibujo de Nakahara-Gericault nos llama a abrir el volumen de par en par para disfrutarlo, casi da pena maltratar desencuadernar el volumen para verlo en todo su esplendor. Es como ver La balsa de La Medusa en fascículos
Lo peor del volumen son algunas notas a pie de página sobre aspectos de la Francia borbónica restaurada que al público japonés igual le resultarían extraños, pero que pasados al español resultan algo incoherentes.
¿Quién es Takaho Nakahara?
Takaho Nakahara es la mangaka que creó esta obra, y tiene otras obras de estilo similar en Tonari no Young Jump (la versión seinen de Jump+) o KurageBunch, aún sin publicar fuera de Japón. Se nota su gusto por la historia y en este caso, la historia de la pintura. Recrear las obras y el estilo de los pintores de Gericault debió de ser una tortura
¿Qué ha hecho Géricault por nosotros?
La crudeza de una tragedia. Curiosamente, el cuadro que la Francia de Luis XVIII no quiso comprar, ahora pertenece a la República Francesa.
Gericault
Pinturas en manga
Si te gusta el arte, quieres meterte en la mente de un artista atormentado o buscas algo distinto al «típico» manga, no te arrepentirás. Las notas a pie de página que explican aspectos de la cultura francesa y europea resultan algo redundantes vistas desde aquí..