Kôtarô y Shunpei viven en un pueblo rural. Puesto que sus casas están cerca la una de la otra, se conocen desde niños y han crecido siendo inseparables. Ahora que van al instituto, se encuentran a la espera de saber qué les depara el futuro, si se quedan a vivir para siempre en el pueblo como ambos creen o la vida los llevará lejos de allí. Mientras tanto, pasan las horas muertas juntos, solo que ya no son críos y sus “juegos” son muy distintos a cuando eran pequeños.