Teo es el dueño de una licorería, pero resulta que apenas aguanta el alcohol y se emborracha con facilidad; Camilo es el encargado del estanco que está situado justo enfrente y es muy popular entre las chicas. Ambos son amigos desde la infancia, pero desde hace un tiempo, Camilo, que es bisexual, le ha dejado bien claro a Teo que le ve como más que una amistad. Este sigue considerándose heterosexual, aunque admite que lo que siente por su amigo ha empezado a cambiar. Cuando llegue el festival de la cosecha y Teo tenga que participar en una cata de vinos, Camilo le propone dos cosas: entrenarle para mejorar su aguante al alcohol y empezar a salir juntos para probar.