Cuenta la historia de Yoru y Tenjaku, que han crecido en un orfanato. Yoru llegó al orfanato a los 10 años, tras sufrir violencia doméstica de su madre. Tenjaku, que tenía su misma edad, se encargó de ella. Varios años después, Yoru está es segundo año de instituto y siente todavía algo por Tenjaku.