Artículo publicado originalmente el 21/06/2009 en Mangaes 1.0. Actualizado 28/6/2020.
Un día, una pequeña gatita blanca y gris se pierde mientras paseaba con su madre y sus dos hermanos. No acostumbrada al mundo exterior, la pobre se lleva sus buenos sustos con perros y coches hasta que, triste y agotada, se encuentra con un niño llamado Yôhei y su madre. La gatita se despierta en casa de la familia Yamada (Yôhei y sus padres), que la han recogido, y quiere salir en seguida a buscar a su mamá, pero, por una cosa u otra (esos coches son muy malos, la lechecita está muy buena y en esta cama se duerme muy a gustito, por ejemplo), nunca acaba haciéndolo. Los Yamada, en principio, solo la han recogido temporalmente, ya que el edificio donde viven tiene prohibido tener animales, pero acaban encariñándose con ella y se la quedan. Incluso, por accidente, le ponen un nombre: Chi.
El dulce hogar de Chi es un manga poco habitual en el panorama español, por desgracia, pero de gran éxito en Japón, donde incluso tiene serie de anime. Obra de Konami Kanata, empezó a publicarse en la revista Morning de Kodansha en 2004 y terminó en 2015, alcanzando un total de 12 tomos en el mercado. A pesar de lo que pueda parecer, Morning es una revista seinen, es decir, orientada a un público adulto joven, pero El dulce hogar de Chi es un manga que pueden disfrutar todas las edades a diferentes niveles.
El dulce hogar de Chi es la divertida y tierna historia de un aprendizaje doble: el de Chi y el de los Yamada. Chi es un cachorro que está descubriendo el mundo, para la cual cualquier cosa es un gran hallazgo (la caja de arena, las pelotitas de Yôhei, una bolsa de plástico o una tira de cartón) o puede provocar un gran trauma (el baño o el veterinario). La historia está, mayoritariamente, contada desde el punto de vista de Chi, y los lectores entienden lo que dice y conocen sus pensamientos y sus sueños, pero los Yamada no. Ellos también tienen que aprender a cuidar y educar un gato, teniendo en cuenta además que nadie puede saber que lo tienen, y es un proceso no se salda sin algunos sobresaltos. No solo diversas piezas de ropa de mamá Yamada sufren antes que Chi entienda para que sirve la caja de arena, sino que a nuestra gatuna protagonista no le gusta nada el veterinario, y el pobre señor Yamada tiene que ver cómo le coge manía después de llevarla a la primera visita.
La historia está estructurada en capítulos cortos de unas ocho páginas cada uno, algunos partidos en dos partes, con títulos cortos pero descriptivos. El primero, por ejemplo, se titula «Chi se pierde» y Chi, efectivamente, se pierde en la primera página. El dibujo de Kanata es sencillo, pero limpio, efectivo y muy expresivo. Una curiosidad de este manga es que, aunque se publica en blanco y negro en las páginas de Morning, se colorea (y pierde las tramas) para su edición en volúmenes, algo muy poco habitual. Se trata de un color suave, tipo acuarela, que combina muy bien con la historia. La lectura fluye ágilmente de una viñeta a otra, sin experimentos raros que la dificulten.
Chi es, tengo que decirlo, simplemente adorable, la gatita más mona que he visto en mi vida. Aunque este manga haya sido descrito como «para amantes de los gatos», en realidad es para cualquiera que le gusten los animales. Quien no tenga un gato (como yo) querrá tener uno después de leer las travesuras de Chi. Quien tenga uno, seguramente entenderá algunas cosas más de su comportamiento que se nos escapan al resto (si alguien me puede explicar por qué salta como un demonio al ver la zapatilla con cordones, se lo agradecería).
La edición de Glénat sigue la japonesa y es de gran calidad. Cada tomo japonés tiene una pequeña manualidad en la parte interior de la contraportada y la edición española lo mantiene. En este primer tomo, se trata de un punto de lectura que se puede recortar, con una Chi algo malhumorada arriba. El tercer tomo japonés lleva un carné de miembro del club de Chi y el 4 un mini-libro, por ejemplo. La portada es en papel grueso mate. El interior es de menor gramaje, pero la impresión es buena y los colores salen claros y limpios.
Después del cierre de Glénat/EDT, Planeta Cómic se quedó con los derechos de Chi. En 2015, editó el último volumen y luego reeditó el resto, en una edición igual a la de Glénat.
A pesar de la, aparentemente simple, premisa, Kanata tiene un gran talento para arrastrar al lector a la historia y, antes que se dé cuenta, engancharle irremediablemente en las zarpas de Chi.
El dulce hogar de Chi