En un rincón del sexto bloque de Ginza, doblando la esquina de una pequeña galería de arte y girando a la derecha, se encuentra El Club del Divorcio. La propietaria de este local de nombre tan particular es Yuko, una mujer divorciada de 25 años con una vida emocional atormentada.
Kazuo Kamimura (1940-1986) fue un prolífico autor de elegante trazo, que le hizo ser conocido como «el pintor ukiyo-e de la era Showa», y una aguda visión psicológica de la sociedad japonesa y las relaciones humanas. Y en este manga encontramos un excelente ejemplo de su trabajo.
Publicado en Manga Action entre 1974 y 1975, El Club del Divorcio es un manga fruto de su tiempo tanto a nivel gráfico como argumental. A través de Yuko y los personajes que la rodean, nos muestra un retrato del Japón de mediados de los años 70, un país todavía inmerso en un proceso de occidentalización y desarrollo económico, pero que se está ralentizando por la crisis del petróleo de 1973. Un Japón en pleno cambio social y cultural donde los nuevos valores traídos de occidente se entrecruzan con los valores tradicionales.
El club recibe su nombre del hecho que tanto Yuko como las chicas que trabajan como hostesses (mujeres que hacen compañía y divierten a los hombres que acuden al local, pero no prostitutas) en el club son mujeres divorciadas que, además, trabajan en el ocio nocturno. Son mujeres con una vida fuera del estándar social de esposa y madre, cosa que les acarrea un estigma social.
La historia gira alrededor de Yuko. Aunque solo tiene 25 años, ya está divorciada y tiene una hija pequeña. El divorcio de su marido, un pianista que se dio a la bebida y lo perdió todo, le ha dejado profundas cicatrices emocionales. Además, ella misma se reconoce una madre poco maternal que, en sus propias palabras, ha «aparcado» a su hija Asako con su madre y solo la ve los domingos. Tampoco es fácil la relación con su madre, una mujer con una mentalidad más tradicional, que a menudo la regaña por sus actos y la hace querer huir de sus reprimendas.
Yuko es una mujer complicada, contradictoria, a veces generosa, otras cruel y, a menudo, su propia peor enemiga. Un personaje con el que puedes empatizar en ocasiones y que exaspera en otras. Una mujer atrapada entre sus propios deseos y obligaciones, entre las diferentes facetas de su vida como mujer, madre, hija y empresaria. Pero es, ante todo, una mujer que lucha por tirar adelante por si misma y no depender de un hombre, como la sociedad quiere imponerle.
A su alrededor, giran el resto de personajes. El más destacado es Ken, el barman de su local, algo más joven, con un pasado del que no quiere hablar, y perdidamente enamorado de ella. Yuko lo sabe, y a menudo juega con él. Su relación evoluciona a bandazos y su final es ambiguo. Porqué hay que tener claro que El club del divorcio no es, en forma alguna, una historia de vivieron felices y comieron perdices.
A pesar de éste papel central de Yuko, el foco a veces se aparta de ella para mostrarnos lo que les ocurre a otros personajes, ya sea Ken, el ex-marido de Yuko, las chicas del local o alguno de los clientes que pasan por éste. Entre éstos, se encuentra el propio autor, que se parodia a sí mismo y a su amigo Kazuo Koike, con quien realizó Lady Snowblood.
Los actos y decisiones de todos los personajes, algunos difíciles de entender desde una mentalidad occidental del siglo XXI, añaden complejidad y profundidad a la historia. Entre todos nos muestran las dificultades de la vida, para tirar adelante de manera digna y siendo fieles a uno mismo. Pero muy especialmente las injusticias, humillaciones y engaños para las mujeres que no se ciñen a lo que la sociedad espera de ellas.
Kamimura enriquece la historia con estadísticas oficiales, extractos de poemas y canciones y otras citas que, usados certeramente, nos dan una visión más profunda de la cultura japonesa.
El club del divorcio es, en el fondo, una historia sobre las relaciones humanas, ya sean amorosas, familiares, laborales o amistosas, y sus dificultades. Es una historia sobre el amor y el sexo (que deja claro no son siempre lo mismo), sobre la vida y, sobre todo, sobre la soledad y como la afronta cada uno. Y por eso mismo es una historia melancólica y agridulce, con momentos cómicos, a veces triste, otras cruel y a capítulos trágica.
Como la vida misma.
Edición
La serie ha sido editada en España por ECC Ediciones, en dos ediciones: una de 2017 (la primera imagen de este artículo) y otra de 2019, ésta última en formato flexibook (y que podéis ver en la ficha). Ambas constan de dos volúmenes de 500 páginas cada uno.
El club del divorcio