A finales de 2019, la editorial Edelvives nos trajo este precioso libro ilustrado con cuentos y leyendas que recogió Lafcadio Hearn a finales del siglo XIX acompañado de los hermosos, y curiosos, dibujos de Benjamin Lacombe. Se trata del volumen Historias de fantasmas de Japón.
Historia
El libro nos presenta 10 historias japonesas protagonizadas por fantasmas o seres sobrenaturales, en las que los humanos se encuentran con estos seres, a veces amables y amorosos y en otras ocasiones terribles y mortales. A través de sus páginas, vemos como se relaciona el mundo sobrenatural y el terrenal de una manera muy estrecha. Para finalizar, encontramos una serie de juegos de yôkai, juegos tradicionales en los que el objetivo es ser el primero en llegar a la meta.
Autores
Lafcadio Hearn era un periodista británico, que obtuvo la nacionalidad japonesa al casarse con Setsuko Koizumi, por lo que se le conoce también como Yakumo Koizumi. Su estancia en el país nipón le ayudo a escribir varios libros y ensayos con los que dio a conocer la cultura japonesa al mundo occidental. Fue precisamente su mujer la que le contó los cuentos y leyendas sobre fantasmas y seres mitológicos que luego recopilaría en varios textos.
Bejamin Lacombe es el artista a cargo de las ilustraciones del libro. Desde hace años se ha convertido en uno de los ilustradores franceses más famosos y representativos del país. Ha ilustrado una treintena de obras, casi todas cuentos o libros de reconocidos autores, muchas de ellas publicadas en español por la misma editorial que este volumen. Tenemos como ejemplo Los amantes mariposa, Cuentos macabros, Alicia en el país de las maravillas, Carmen o Nuestra señora de París. Su particular estilo a la hora de dibujar personajes, le ha hecho que le comparen con las obras y el imaginario del cineasta Tim Burton, por lo que se dice que sus dibujos son “burtonianos” debido a lo parecido de la estética.
Cuentos japoneses con un gusto familiar
Algunos de los cuentos que aparecen en este libro son historias que ya hemos escuchado mucho, como puede ser el relato del pescador Urashima Tarô, que tras desenredar a una tortuga de sus redes y devolverla al mar, fue recompensado por el rey dragón con la mano de su hija y una vida de riquezas en el reino acuático. Pero no sólo encontramos historias como esta, que recuerda mucho a nuestros cuentos de hadas. Entre las páginas, Lacombe nos muestra con sus dibujos los horrores que puede producir un monstruo creado por el odio y resentimiento, como el ikiryô, y el miedo que puede dar unas cabezas voladoras. Pero también los hay bondadosos, como puede ser el baku, que se alimenta de los sueños desafortunados y deja solo los afortunados.
No solo hay historias más o menos conocidas por los apasionados de la cultura japonesa, también criaturas como la yuki-onna, la mujer de hielo, que en esta historia es sorprendida como un joven y lo deja con vida a cambio de que no hable de ella por el resto de sus días. Es precisamente este cuento (aunque se puede decir esto de varias de las historias que reúne el libro) el que me recuerda mucho a algunos de los cuentos de hadas occidentales. Voy a explicarme.
En el cuento de la yuki-onna, después del encuentro con este ser, el joven se casa con una mujer hermosa y virtuosa, que trae mucha felicidad a su hogar. Es tal el amor que le tiene a su esposa, que le cuenta lo que pasó con la yuki-onna, cosa que hace que ella entre en furia y se descubra como esa yuki-onna a la que prometió guardar silencio a cambio de su vida. Debido a los hijos que tienen en común, ella no le mata pero se marcha para siempre. Es precisamente esta historia y la de Urashima Tarô lo que me evoca a algunas de la historias y cuentos celtas de nuestra cultura, como puede ser la de Oisín, que regreso de la Tierra de la Eterna Juventud y al desmontar del caballo se convirtió en un viejo (similar a Urashima Tarô) o los numerosos cuentos en el que un hombre se casa con algún tipo de criatura fantástica y tienen una vida feliz hasta que la descubre.
Cada cuento se disfruta a su manera, hay algunos más largos, que ocupan como 20 páginas, y otros más breves de apenas 3 o 4. En todos ellos podemos vislumbrar un poco la forma de ver el mundo de los japoneses, como su obstinación a la hora de cumplir una promesa o su firmeza a la hora de cumplir con su deber. Rasgos que comparten también las criaturas que aparecen en este libro. Por no nombrar las ilustraciones, que son el punto fuerte del volumen y que dan vida a los cuentos que recopiló Hearn.
Conclusión
Historias de fantasmas de Japón es un hermoso libro que, junto con el segundo de la colección, hacen una preciosa recopilación de cuentos y leyendas japonesas que tienen como protagonistas a seres del más allá. Benjamin Lacombe recoge con sus dibujos toda la esencia de estos seres, y con su particular estilo, nos trasporta hasta un mundo etéreo y misterioso, a veces amable y bondadoso, y otras peligroso y feroz. Un articulo excelente que hará las delicias de los más apasionados por el folclore japonés.
HISTORIAS DE FANTASMAS DE JAPÓN